¿Cómo y cuándo hay que Podar un Pino?

Los pinos, de la familia Pinaceae son árboles habituales en muchas zonas de la península ibérica, y aunque tanto pinos como coníferas no requieren una poda para crecer adecuadamente y muchos expertos lo consideran como una interferencia en la naturaleza, en ciertas situaciones es necesario realizar este proceso de poda, encontrando un equilibrio entre el respeto al árbol, la coexistencia armoniosa entre árboles y personas, así como entre lo estético, lo funcional y lo práctico.

podar pinos

El pino se distingue por su follaje perenne en forma de agujas, las cuales se agrupan en fascículos. Estos árboles de corteza a menudo rugosa y tonalidades que varían desde verdes vibrantes hasta marrones terrosos, son maestros en la captura de la luz del sol. Su madera duradera y su resina aromática añaden a su valor tanto estético como funcional. Además, con su capacidad para adaptarse a diversos climas, los pinos despiertan admiración por su versatilidad.

¿Cuándo se podan los pinos?

Antes de podar cualquier árbol, es esencial tener en cuenta el momento del año. En el caso de los pinos:

El mejor momento para la poda es a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que comiencen a brotar nuevos crecimientos. Este período asegura que el pino experimente una recuperación rápida y minimiza el estrés en la planta, ya que favorece la pronta curación de las heridas causadas en el tronco, minimizando los daños por heladas y disminuyendo el riesgo de propagación de hongos.

cuando podar pinos

Podemos realizar podas seguridad en cualquier momento del año, como pequeñas intervenciones o quitar ramas muertas que representen un peligro. Sin embargo, con las ramas vivas, debemos tener en cuenta la liberación de resina. Durante el verano, cuando la savia circula intensamente, cualquier corte podría hacer que la rama gotee resina por un tiempo, lo que puede causar manchas en vehículos, suelos u otros objetos.

Evitar lluvia o nieve, a pesar de que la época del año es propicia para esos fenómenos meteorológicos, hay que evitarlos para no favorecer la aparición de insectos y de hongos en los corten.

Motivos por los que podar un pino

Los motivos por los que tener que podar un pino son los siguientes:

  • Estética. A veces solo se les quiere dar una forma bonita pero, a veces, la forma va más allá y es necesario podar por troncos torcidos con riesgo de caída, por estar mal guiados o porque afectan a otros elementos como edificios o fincas colindantes.
  • Seguridad: Eliminar ramas muertas, enfermas o dañadas por temporales, accidentes o la naturaleza y que representen un riesgo de caída, especialmente en áreas públicas o cercanas a estructuras.
  • Enfermedades: Los pinos atacados por hongos, enfermedades o plagas a menudo requieren una poda para poder retirar ramas enfermas o dañadas y favorecer el crecimiento saludable además de prevenir la propagación de enfermedades. También es posible controlar así el crecimiento excesivo o fomentarlo si es ejemplar se ha quedado muy parado.
  • Luz y aire: En pinos muy tupidos y para permitir que entre más luz y aire, lo que puede ser beneficioso para el crecimiento de otras plantas cercanas.
  • Prevención de problemas: Reducir el riesgo de daños por tormentas, mejorar la resistencia a los vientos fuertes y minimizar la acumulación de ramas que puedan interferir con cables eléctricos u otras infraestructuras.

Como podar un pino

La acción de podar requiere unos conocimientos y una maquinaria adecuada, por eso siempre es mejor acudir a una empresa de jardinería especializada. Si aun así prefieres hacerlo personalmente, estos son los pasos para podar pinos:

Para podar adecuadamente un pino, es esencial comenzar desde la base, eliminando las ramas que están demasiado cerca del tronco y luego continuar con las ramas secas en la parte inferior de la copa, causadas por la falta de luz.

La primera poda suele realizarse entre los 6 y 8 años del árbol. Se enfoca en eliminar las ramas más bajas para fomentar el crecimiento del tronco y fortalecer la parte superior de la copa. Además, desde una perspectiva estética, recortar dos tercios de la altura total del pino, especialmente cuando supera la altura de la vista, mejora la percepción de profundidad y amplía visualmente el espacio disponible.

Si un pino dispone de un amplio espacio, especialmente rodeado por especies de hoja caduca, te recomendados evitar su poda para permitir un crecimiento natural y completo. En este caso, solo consideraríamos la poda de ramas muertas y adelgazaríamos la copa para que la luz solar pueda llegar a las ramas inferiores, promoviendo así una copa densa y compacta.

En cuanto a herramientas es aconsejable emplear en función del ejemplar tijeras de podar afiladas y hacer los cortes en ángulo al podar los pinos y/o sierras específicas para evitar dañar la corteza y las ramas y siempre bien desinfectadas. Cuando finalices la poda debes retirar los restos de poda y gestionarlos adecuadamente.