Cómo y Cuándo podar los Rosales paso a paso

Los rosales son plantas que añaden una elegancia atemporal al entorno. Como parte del cuidado de estos arbustos, la poda se erige como el paso fundamental para garantizar su salubridad, su vigorosidad y su floración.

como podar un rosal

La poda no es simplemente una tarea estacional, por eso no solo es importante saber cuándo se podan los rosales, también hay que conocer las herramientas adecuadas, la técnica y los tipos de plantas que entran dentro de este grupo. Sigue leyendo para aprender todo sobre los cuidados de los rosales.

Cuándo podar los rosales para que den más flores

El primer paso de la poda de rosales es elegir el momento preciso para realizar esta tarea. La edad de los rosales determina el momento adecuado para la poda. En el caso de rosales jóvenes, es recomendable abstenerse de podar al principio. Esto se debe a que la planta necesitará al menos un año para establecer sus raíces y desarrollar su sistema radicular. Durante este período, es mejor no podar para evitar interferir con su crecimiento y desarrollo.

Una vez pasado este periodo, la naturaleza nos brinda señales y tiempos específicos para saber en qué mes se podan los rosales y que época es la mejor:

La poda de final del invierno

En España el mes de marzo es el más adecuado para podar los rosales en general. Concretamente, cuando los días comienzan a ser más largos y ya no se producen heladas para que no puedan proliferar hongos e infectar la planta, aunque se pueden podar un poco antes si el clima es suave. Esta poda permite eliminar las partes afectadas por las bajas temperaturas y así la planta concentra sus energías en la floración de primavera.

cuando se podan los rosales

El propósito de esta poda es eliminar los brotes no deseados y conservar solo las ramas saludables que se orienten hacia afuera desde el tronco. Si deseamos estimular la floración, también debemos cortar horizontalmente las ramas superiores. Esto ayuda a reducir la altura del rosal, lo que significa que la planta requerirá menos energía para florecer.

La poda de final del verano

Tras los meses de floración, se puede hacer una poda opcional para eliminar las flores marchitas y los restos afectados por las altas temperaturas con el fin de limpiar el arbusto. El rosal entrará en reposo relativo durante los meses fríos, por lo que así tendrá menos volumen de planta que mantener. Si el rosal florece en primavera y en otoño, en esta poda no hay que acortar las ramas o perderán la opción de sacar flores nuevas.

Cómo podar los rosales

La técnica de poda es el alma del proceso. Cada paso cuenta para garantizar un crecimiento saludable y una floración abundante:

Limpia bien las herramientas

Cualquier herramienta debe estar desinfectada, especialmente si se usa con más de una planta. El uso de alcohol es suficiente. Esto evita propagación tanto de plagas como de enfermedades.

2º Comienza retirando los tallos muertos y hojas marchitas

Todo el ramaje de color parduzco y seco, las flores marchitas y cualquier parte de la planta con mal aspecto deben ser eliminados. También elimina las ramas cruzadas que no favorecen el crecimiento.

3º Eliminar los chupones

Los chupones son los tallos de los rosales que no producen flores, pero que sí consumen energía, de ahí el nombre. Eliminarlos permite al rosal concentrar sus nutrientes en la formación de capullos. Suelen aparecer a una pequeña distancia arbusto principal y su aspecto es ligeramente diferente.

chupones del rosal

Chupones del rosal

4º Conserva las ramas jóvenes

Las ramas jóvenes son las que más yemas tienen y, por tanto, las que más rosas pueden sacar durante el proceso de floración. Estas ramas tienen una buena verticalidad (no se cruzan con otras ramas) y forman una estructura abierta en forma de jarrón, además tienen un grosor no menor a la circunferencia de un lápiz.

5º Poda estas ramas siempre un centímetro por encima de una yema

Las más vigorosas podrán hacerse cargo de 4-5 yemas, pero las más débiles hay que dejarlas con 1-2 como máximo.

yemas del rosal

yemas-del-rosal

6º Haz el corte a 45 grados

El corte debe ser oblicuo y limpio, con un ángulo de unos 45º y con tijeras afiladas. Estos cortes pueden protegerse aplicando un producto adecuado para evitar hongos y pudrición. A ser posible, elige cortar por encima de una yema que apunte hacia el exterior de la planta, así crecerá aumentando su volumen, no hacia dentro.

7º Añade una capa de sustrato o fertilizante

Es recomendable añadir una nueva capa de sustrato o de fertilizante tras la poda.

Cómo podar cada tipo de rosal

No todos los rosales son iguales, por lo que sus necesidades de poda varían. Al entender las peculiaridades de cada tipo, podrás aplicar una poda personalizada que maximice su potencial de floración:

Rosal mini

Este tipo de arbusto necesita una poda comedida, dejando siempre 5-7 ramas principales que den prioridad a las ramas jóvenes. Además, es recomendable despejar el centro de la planta para que se desarrolle hacia el exterior.

Rosal viejo o antiguo

Solo tiene floración en verano, por lo que es apto para la realización de las dos podas que hemos visto. Necesita que se le eliminen las ramas muertas o rotas, no es exigente en cuidados.

Rosal arbustivo

Este rosal solo se poda a partir de los 2-4 años, cuando ya sea una planta madura. Tampoco es exigente con la poda, con la principal es suficiente y solo requiere la retirada de las ramas interiores o dañadas.

Rosal trepador

Durante sus primeros años necesitan guías y solo hay que quitar las ramas dañadas tras el invierno. Cuando la planta madura, la poda se debe adaptar a la forma que se quiera.

Qué herramientas usar para podar rosales

Además, las herramientas adecuadas son clave. Descubre cómo elegir las herramientas correctas puede marcar la diferencia entre una poda exitosa y una tarea ardua:

  • Tijera bypass para ramas finas: Esta pequeña herramienta es muy frecuente en jardinería por su versatilidad para cortar ramas finas, tanto de arbustos como de árboles de poco volumen. Estas tijeras son ligeras, pero no son aptas para cortar ramas gruesas porque se requeriría aplicar una gran fuerza.
  • Tijera de yunque para ramas más gruesas: Todo amante de la jardinería debe tener unas tijeras para ramas gruesas como estas, de las que requieren las dos manos para ser manejadas. Su hoja fija hace que se necesite menos fuerza para podar y ofrece un corte limpio y seco.
  • Guantes: Los rosales son plantas con espinas, por lo que para cualquier tipo de manipulación se recomienda el uso de guantes adecuados. No solo evitan los pinchados, también reducen el riesgo de accidentes porque las herramientas no se escurren y no están en contacto directo con la piel de las manos.
  • Mangas largas y gruesas: Siguiendo por la línea de protección que ofrecen los guantes, lo ideal es contar con un atuendo completo para realizar tareas de jardinería. Se puede empezar con mangas y con pantalones largos para evitar el daño de las espinas de los rosales, pero la ropa de jardinería incluye otras protecciones adicionales y bolsillos útiles para todas las tareas.
  • Gafas de seguridad o de sol: Las gafas de protección no son imprescindibles, pero son muy recomendables en jardinería, especialmente durante las tareas de poda. Al usar tijeras, pueden saltar restos de corteza o de planta hasta los ojos y dañarlos gravemente. De no tenerlas, unas gafas de sol pueden hacer la función.